Visión general
Enfriamiento del mosto, fermentación y almacenamiento en la producción de cerveza
Monitorización del tanque, del caudal y de la temperatura en el procesamiento del mosto
En la producción de cerveza el mosto lupulado limpio a una temperatura de aprox. 70°C que sale del whirlpool se enfría en un intercambiador de calor que normalmente utiliza amoníaco líquido. Una vez enfriado a la temperatura deseada para añadir la levadura, entre 5-20°C ("temperatura de inoculación"), se introduce en un tanque de fermentación con aire estéril para saturarlo con oxígeno mientras se añade la levadura ("inoculación de la levadura"). A continuación, se lleva a cabo el proceso de fermentación propiamente dicho, que tarda de 5 a 8 días, durante el cual entre el 60 y el 70% del azúcar presente en el mosto se convierte en alcohol y dióxido de carbono. Las partículas finas de polvo y la levadura suspendida en el mosto se asientan durante o después de la fermentación y la cerveza se vuelve clara. Dependiendo de la levadura empleada, se produce cerveza de baja fermentación o alta fermentación. Con la cerveza de alta fermentación, la levadura flota en la parte superior de la cerveza, al contrario, con la cerveza de baja fermentación la levadura baja al fondo. Durante el sucesivo almacenamiento, el azúcar residual se convierte en alcohol y dióxido de carbono, esta etapa es la llamada fermentación secundaria. Puesto que los tanques de fermentación están sellados, el dióxido de carbono en la cerveza no puede escaparse y forma ácido carbónico. Esta fermentación secundaria tarda entre 2 semanas y 3 meses, dependiendo del tipo de cerveza.
KROHNE ofrece diversas soluciones optimizadas para la medida de caudal, presión, temperatura y nivel en estas fases del proceso. Ya que los tanques de fermentación y almacenamiento están presurizados, el nivel se mide mediante un equipo de medida de la presión diferencial. Para estas tareas pueden utilizarse transmisores de presión diferencial tradicionales como el OPTIBAR DP 7060. Una solución para tanques muy altos (> 10 m) es la llamada “medida dp electrónica”, una solución económica respecto a los transmisores de presión diferencial tradicionales. El caudalímetro másico Coriolis de tubo recto simple es ideal para la medida de caudal másico y volumétrico. La tecnología EGM™ (gestión de gas de arrastre) de KROHNE fue desarrollada para los caudalímetros másicos OPTIMASS con el fin de resolver los problemas causados por los arrastres de aire o gas en líquidos. Gracias al uso de potentes algoritmos de control, el caudalímetro sigue midiendo en una amplia gama de fracciones de gas y en condiciones de caudal difíciles. Los caudalímetros electromagnéticos de alta precisión y con funciones exhaustivas de diagnóstico son especialmente aptos para estas aplicaciones higiénicas difíciles. Los sensores de temperatura higiénicos, rápidos y precisos, son ideales para todas las medidas de la temperatura necesarias.